‘Nació en la periferia de parto prematuro. Se contagió de la epidemia especulativa por las concesiones irregulares. El rechazo de todos le produjo una profunda depresión, que le llevó a inyectarse sustancias tóxicas. Una jueza lo condenó a muerte. Sus constantes vitales le fallaban, contabilizando horas de 50 minutos. Tanta adversidad desencadenó el fatal desenlace. Su desconsolado padre, Ruiz-Vampirón, agradecerá tu asistencia’. Con estas palabras invita la Plataforma Antiparquímetros a todos los vecinos a que acudan al entierro del parquímetro, que partirá de la plaza de Cibeles y finalizará en la plaza Mayor.