Nuestra sociedad es mucho mejor que la imagen de polarización y violencia que a menudo proyectan las redes sociales y los medios de comunicación. La mayoría de nuestros vecinos y vecinas hacen gala de tolerancia y respeto a la diversidad y muestran empatía por aquellos que sufren y menos tienen, a la par que rechazan actitudes intolerantes, violentas y que ponen en riesgo nuestra convivencia. Sin embargo, esto puede cambiar si normalizamos esas actitudes tóxicas y permitimos que el odio se siga extendiendo. Las algaradas racistas de Torre Pacheco, el aumento de las agresiones violentas contra vecinos de origen extranjero y contra determinadas minorías sociales, sexuales, étnicas y religiosas o las acciones promovidas por la ultraderecha ante el centro de acogida de menores sin familia en Hortaleza y ante el centro de acogida de inmigrantes de Alcalá de Henares son una muestra de una enfermedad, la de la intolerancia, que no podemos permitir que continúe avanzando.
Por ello, ante este peligro, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), que agrupa a unos 300 colectivos de 51 municipios de la comunidad autónoma, ha iniciado esta semana con las comunidades musulmana y católica una ronda de contactos con el fin de construir un amplio frente social por la convivencia y contra el odio y la intolerancia. El pasado lunes el presidente de la organización vecinal, Jorge Nacarino, mantuvo un encuentro con responsables de la Comisión Islámica de España (CIE) en su sede, que se encuentra ubicada en la Mezquita Central Abu-Bakr de Madrid. El secretario de la CIE, Mohamed Ajana Elouafi, el miembro de su Comisión Permanente Hicham Oulad Mohammed y el asesor Gabriel-Jairodín Riaza Escudero fueron los encargados de recibir a Nacarino, que acudió a la reunión acompañado por el miembro de la directiva de la Federación Vecinal Julio López de la Sen. Los representantes islámicos se mostraron muy receptivos a formar parte de iniciativas colectivas destinadas a combatir el racismo, la xenofobia, el odio y la intolerancia. Tras la cita, Ajana Elouafi afirmó: “Vemos con preocupación y alarma el auge del discurso de odio que está envenenando la convivencia en nuestra sociedad y destruye la confianza vecinal”, y llamó a instituciones, asociaciones vecinales y líderes religiosos a actuar unidos con pedagogía, firmeza legal y prevención comunitaria.
Esta mañana, la propuesta de la FRAVM ha tenido la misma buena acogida en la sede de la Archidiócesis de Madrid, que se ubica en dependencias de la Catedral de La Almudena. Nacarino y López de la Sen se han reunido allí con Vicente Martín Muñoz, que además de ser obispo auxiliar de Madrid es miembro de la Subcomisión de Acción Caritativa y Social de la Conferencia Episcopal Española. Según Martín Muñoz, “en estos momentos es fundamental trabajar juntos por una cultura del encuentro“.
Tras las dos citas de esta semana, los responsables de la Federación Vecinal se reunirán en los próximos días con representantes de SOS Racismo, la Red de Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo (ONGD) y del Consejo Evangélico de Madrid, así como con organizaciones con las que la FRAVM trabaja de manera habitual, como la FAPA Giner de los Ríos, los principales sindicatos, entidades en defensa de la infancia y la juventud y colectivos de intervención social y un largo etcétera. Todo, con el fin de extender la propuesta y avanzar en la constitución de un un espacio en defensa de la convivencia pacífica lo más amplio, representativo y plural posible.