El próximo domingo, 14 de diciembre, una nueva protesta ciudadana llegará hasta las mismas puertas de la incineradora de Las Lomas, en el Parque Tecnológico de Valdemingómez. La Mesa por el cierre de la Incineradora, con el apoyo de la AV PAU del Ensanche de Vallecas organiza ese día a las 11:00 la VII marcha por la clausura de la vieja y contaminante instalación. 9 kilómetros de ida y vuelta desde la estación de Metro de Valdecarros, que se encuentra en el número 120 de la avenida del Ensanche de Vallecas.
Los colectivos vecinales y conservacionistas aprovecharán la manifestación para reclamar al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, el cese inmediato de la actividad de la incineradora al no cumplir medidas básicas de seguridad que exige la Unión Europea. Tal y como la FRAVM ha trasladado en los últimos cinco meses al Defensor del Pueblo y a la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, la incineradora de Valdemingómez no ha adaptado sus instalaciones ni sus procedimientos a la Decisión de Ejecución (UE) 2019/2010 de la Comisión de 12 de noviembre de 2019, que incluye las llamadas mejores técnicas disponibles (MTD) para la incineración de residuos, algo que debería haber hecho antes del 3 de diciembre de 2023. Ya han pasado dos años desde ese límite y el Ayuntamiento sigue sin implementar mejoras como un sistema de Gestión Ambiental adecuado con su correspondiente Plan de Gestión de Accidentes, o comparativas de emisión de contaminantes fundamentales para poder cumplir el actual Reglamento de Emisiones Industriales. 
“Esas MTD no son un capricho: son el estándar mínimo para que una instalación peligrosa como ésta funcione con garantías razonables de seguridad”, indica la Mesa por el cierre de la incineradora de Valdemingómez. “Sin embargo -continúa-, a día de hoy, el Ayuntamiento sigue sin hacer nada para garantizar nuestra seguridad, mientras que la Comunidad de Madrid no ha retirado ni revisado en profundidad la Autorización Ambiental Integrada de la planta”. “Ayuntamiento y Comunidad están permitiendo que la incineradora funcione sin cumplir las exigencias europeas que la propia Administración ha asumido. Es difícil llamar a esto de otra manera que no sea ilegalidad y temeridad. Si estuviésemos hablando de un hospital, una presa o una central química, nadie aceptaría que siguiera funcionando sin los sistemas de seguridad actualizados; con Valdemingómez lo están permitiendo desde hace años y aquí no pasa nada”, denuncian los colectivos de la Mesa.
Por otro lado, el contrato actual de la incineradora termina el 31 de diciembre de 2025. Estamos ante “la oportunidad perfecta para planificar su cierre ordenado y apostar por un modelo de residuos sin incineración”, a tenor de los grupos vecinales y ecologistas. Pero el Ayuntamiento va en la dirección contraria y en estos momentos prepara una prórroga que le permita encadenar un nuevo contrato de otros 15 años, con inversiones millonarias para “modernizar” la planta y prolongar su vida útil hasta bien entrada la década de 2040.
Frente a la apuesta por la gestión de residuos con incineración y vertedero, “hay otro camino”. Muchas ciudades europeas están reduciendo de forma drástica la cantidad de residuos mezclados que generan, potenciando la prevención, la reutilización, los sistemas de depósito, devolución y retorno, la recogida separada puerta a puerta, el compostaje de la materia orgánica y las plantas de tratamiento mecánico biológico bien diseñadas, que priorizan la recuperación de materiales en lugar de su destrucción. “Madrid podría estar en ese grupo de ciudades pioneras, pero sus responsables políticos prefieren mirar hacia otro lado y garantizar beneficios a las grandes empresas del sector”, se queja la mesa ciudadana, antes de citar las seis demandas que han servido para dar vida a la VII Marcha por el cierre de la incineradora de Valdemingómez.
La seis exigencias
– La parada inmediata de los tres hornos de la incineradora mientras la planta no cumpla plenamente con las Mejores Técnicas Disponibles establecidas por la UE en diciembre de 2019.
– El diseño y ejecución de un Plan de Cierre definitivo y desmantelamiento de la Incineradora de Valdemingómez en 2026.
– La creación de una Comisión de Seguimiento del Plan de Cierre y desmantelamiento, participada por entidades sociales, vecinales y ecologistas, que garantice transparencia y control ciudadano en todo el proceso.
– La licitación y puesta en marcha inmediata de un contrato de mediciones mensuales en inmisión de contaminantes orgánicos persistentes en el entorno urbano del Parque Tecnológico de Valdemingómez, realizadas por un organismo o empresa de independencia acreditada y con acceso público, transparente y continuo a los datos.
– Ordenar el uso de bioensayos para controlar las emisiones de compuestos orgánicos persistentes procedentes de las instalaciones de gestión de residuos.
– La aprobación de una Estrategia de Prevención y Gestión de Residuos para la ciudad de Madrid, en la línea de la de 2017-2022: una estrategia orientada a reducir de forma significativa la generación de residuos y a gestionarlos realmente bajo los principios de la economía circular, el respeto al medio ambiente y el cuidado de la salud pública.

