En un hecho muy poco habitual en Madrid, la Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo ha abierto una consulta pública para que la vecindad afectada vote si está a favor de su propuesta de reordenación urbana de una zona del distrito, la calle Nuestra Señora de Valverde y su entorno. Una iniciativa que ha sido saludada por el movimiento vecinal, que anima a la ciudadanía a participar en un proceso on line que finaliza el próximo jueves 30 de octubre.
Las asociaciones vecinales La Unión de Fuencarral, Valverde, la Ur del Poblado Dirigido y Tres Olivos ven con muy buenos ojos la propuesta municipal. No en vano, se trata de un proyecto que inició el Consistorio de Manuela Carmena y ha sido retomado por el actual equipo de Gobierno con mejoras y aportaciones de estos colectivos, que el 11 de junio de 2024 llegaron a manifestarse por la pacificación del tráfico en la calle Nuestra Señora de Valverde. Antes de esta protesta, el 8 de mayo, presentaron 1.760 firmas en el pleno de la Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo, que ese día aprobó por unanimidad una proposición de las asociaciones por la remodelación de una vía de aceras estrechas, que se ha convertido en una calle tremendamente hostil para el peatón.
En la consulta, que se encuentra en el portal Decide Madrid, solo pueden participar las personas empadronadas en las secciones censales 112, 113, 114, 115, 121, 122, 123, 124, 125, 126, 153, 159, 162 y 166 de Madrid, que se ubican en el barrio administrativo de Valverde, en varias zonas del Casco Histórico de Fuencarral y de los barrios de Tres Olivos y Santa Ana.
La reordenación que se somete al escrutinio del vecindario supone ampliar las aceras de la calle Nuestra Señora de Valverde, vertebradora del barrio, “mejorando así la accesibilidad y seguridad peatonal, lo que implica anular un carril de circulación por falta de espacio entre fachadas. El tramo afectado por esta actuación es el comprendido entre las calles Isla de Java e Islas Columbretes, que se habilitará sólo en sentido sur-norte”, aclara la Junta Municipal.
La reforma obligará a modificar las rutas de dos líneas de autobús de la EMT, la 64 y la 137, que se transformarán en circulares, y afectará a otras vías públicas, como las calles Sandalio López e Islas Jarvi, “con determinadas actuaciones puntuales en aceras y calzada, a fin de facilitar el tráfico de los autobuses y la supresión de algunas plazas de aparcamiento”.
Unos pequeños cambios que persiguen un fin mayor, mejorar la seguridad vial y la movilidad peatonal y del transporte público de la zona, algo que las asociaciones vecinales reclaman desde hace décadas.