Pasan consulta con el abrigo puesto, se llevan los calefactores de sus casas y el personal de enfermería pediátrica pesa a los bebés envueltos en mantas. Esta es la imagen de esos días del centro de salud Los Rosales, donde las temperaturas en las diferentes dependencias oscilan entre 15 y 17 grados, cuando según la propia normativa autonómica obliga a que “todo centro asistencial disponga de servicio de calefacción que garantice una temperatura interior mínima de 20 grados, desde el 1 de noviembre al 1 de abril”.
El pasado 8 de septiembre el personal del centro sanitario dio aviso a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid de que el aparato de climatización estaba estropeado. Entonces tuvieron que sufrir las altas temperaturas, pero confiaban en una pronta solución. Pero no ha sido así. A día de hoy la Consejería no ha ofrecido ninguna solución, alegando que hay que cambiar la maquinaria y que hasta final de año no sería posible reemplazarla.
Esto está provocando que en el centro de salud se registren temperaturas incompatibles con la actividad de un equipamiento sanitario, con días donde se han llegado a registrar mínimas de 15 grados. La situación está afectando a toda la plantilla del centro sanitario, y también, lógicamente, a los pacientes, incluidas personas mayores, personas con diferentes tipos de enfermedades e incluso a bebés, que necesitan pesarse sin ropa, lo cual obliga al personal a taparles con una manta para paliar las bajas temperaturas.
Con el abrigo puesto… y el calefactor de casa
Algunos trabajadores han optado por traer calefactores de sus casas, pero al enchufarlos provocan que salten los plomos del centro, por lo que la única opción que les queda es pasar consulta con el abrigo puesto y modificar la manera en la que realizan algunas actividades como auscultar y pesar a bebés, o realizar los electrocardiogramas con mantas sobre los pacientes.
Este centro de salud ya fue noticia el curso pasado porque, tras un concurso de traslados, perdió a la mitad de su equipo médico. Gracias a la movilización vecinal, constante durante meses, se logró recuperar en gran parte el personal perdido.
Ahora, la Comunidad de Madrid les vuelve a dejar en la estacada, por lo que ya se están organizando, tanto entre los trabajadores, administrativos, personal médico y de enfermería, como con las asociaciones vecinales de la zona, con el objetivo de retomar las movilizaciones y exigir una solución inmediata a la situación de estas bajas temperaturas en el centro de salud.
Esto, unido a la masificación existente en el mismo, ya que la apertura del nuevo centro de salud en el vecino barrio de Butarque sigue sin tener fecha, provoca una situación constante de caos asistencial y espera de semanas para una cita médica de atención primaria, Una situación que ahora, además, tienen que soportar con temperaturas gélidas cuando, por fin, consiguen una cita médica.

