Ya basta. La sociedad civil se levanta ante la impunidad con la que actúan desde hace ya demasiado tiempo los propagadores de racismo, xenofobia y odio, y que están detrás de las razias contra vecinos y vecinas de origen migrante que han tenido lugar estos días en la localidad murciana de Torre Pacheco. Organizaciones muy representativas de esa sociedad civil como la Confederación Estatal de Asociaciones Vecinales (CEAV, en la que participa la FRAVM), los sindicatos CCOO y UGT, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), la Federación Estatal LGTBI+ FELGTBI+, Médicos del Mundo y Rumiñahui, entre otras, se han unido para impulsar una protesta que tendrá lugar el próximo jueves 17 de julio en el centro de la capital. La movilización, a la que esperan se sumen otras muchas entidades y colectivos de ámbitos como el ecologismo, la educación, los derechos sociales y la defensa de los derechos humanos, tendrá lugar a las 20:00 en la plaza del Callao.
Pasar de la indignación a la acción. Con esta premisa, este jueves las organizaciones sociales sacarán a la calle un rechazo contundente al racismo, la xenofobia y la intolerancia que hemos visto estos días en Torre Pacheco y reclamarán una respuesta contundente de los poderes públicos contra los grupos y personas que están detrás. Sabemos que estos sujetos de extrema derecha representan una minoría, pero una minoría organizada, muy peligrosa y financiada para socavar nuestra convivencia, nuestra libertad y nuestra democracia. En Torre Pacheco han usado la abominable agresión a un anciano para justificar su racismo y violencia, pero usarían -y de hecho usan- cualquier suceso para legitimarlos.
En la localidad murciana llevan días atacando a vecinos y vecinas de origen magrebí, incluido a niños y niñas, pero podrían hacerlo -como de hecho hacen- contra cualquiera que no encaje en su reducido esquema mental: personas racializadas, LGTBI +, con discapacidad, en riesgo exclusión social o en situación de pobreza, gitanas, sindicalistas, periodistas, progresistas, demócratas, feministas…Todas ellas son blanco de una ira que se extiende gracias a partidos y personajes claramente vinculados con esta mafia, que blanquean, cuando no alientan, sus discursos y comportamientos. Una ira que se propaga, además, a golpe de bulo y mentira difundidos en redes sociales y replicados en pseudomedios de comunicación financiados por la misma red.
Sus agresiones no paran de crecer y cada vez son más los grupos y personas que tienen por objetivo. Cualquiera de nosotros y nosotras puede ser el siguiente.
Ante esta oleada totalitaria, la sociedad civil sale a la calle para defender la democracia, la libertad y una convivencia pacífica. Para defender unos barrios, pueblos y ciudades donde prime el respeto, la tolerancia y la cohesión social. Al mismo tiempo, sale a la calle para exigir una respuesta firme de sus instituciones y gobiernos. Queremos que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y la Justicia investiguen, juzguen y condenen a aquellos grupos que no son más que organizaciones criminales financiadas para socavar nuestro sistema democrático.
Es hora de actuar. No hay tiempo que perder.
